Egipto se encuentra situado en el extremo noreste de África.
Es atravesado de sur a norte por el rio Nilo, que desemboca en el mar mediterráneo.
El desierto cubre más del 90% de Egipto. Los egipcios Vivian
a orillas del rio Nilo junto a los canales
El territorio que ocupaba el Antiguo Egipto estaba constituido por una
estrecha franja correspondiente al valle del río Nilo, en el noreste
de África.
Este río nace en los lagos Victoria y Alberto y desemboca en forma de Delta en
el mar Mediterráneo.
Tan solo 60 Km de ancho y 1200 Km de largo constituían este valle de tierras
fértiles rodeado en gran parte por el desierto del Sahara.
El referente para la ubicación
geográfica de la civilización egipcia es el río Nilo. Pero ésta
paradigmática cultura ocupó por muchos siglos no sólo parte del continente
africano sino también el extremo occidental de Asia, gracias a sus campañas de
conquista durante el Imperio Medio y el Imperio Nuevo.
El Antiguo
Egipto hubiera sido impensable sin el río Nilo. Sus crecientes
periódicas y la fertilidad de las tierras que atravesaba su curso alimentaron
no sólo una estructura económica y política, sino también una concepción de la
vida y de la muerte. El gran desarrollo de la agricultura facilitó la
sedentarización de las tribus de la región y su fusión en una sociedad que
bregó, no sin contradicciones, por ser homogénea y mantenerse unida a lo largo
de los siglos.
Todos los años, con una regularidad asombrosa, hacia mediados de
julio, el río Nilo comenzaba
a subir. La creciente cubría las tierras arenosas y, al retirarse, dejaba una
capa de barro oscuro. Los egipcios lo llamaban "tierra negra".
En ella satisfacían todas las necesidades que planteaba su vida diaria, desde
los granos que se transformarían en pan, hasta las flores de loto que se
convertirían en perfume. El mismo limo nutría las cañas de junco, de las cuales
surgía el papiro,
donde se asentó la impronta de una civilización sin parangón en la historia.
El clima de Egipto es
desértico, de inviernos tibios y veranos muy calurosos. En verano las altas
temperaturas son mitigadas por los vientos etesios, que soplan desde el Mediterráneo atraídos
por la zona de bajas presiones del interior África. En invierno sopla
el “khamsin” viento
ardiente y cargado de electricidad procedente del sudeste.
El imperio del Nilo no
se construyó fácilmente, sino en medio de grandes conflictos internos.
El Bajo,
el Medio y
el Alto Egipto eran
tres regiones de características diferentes, que tardaron en fusionarse en un
solo imperio. Mantener la unidad territorial fue una de las tareas más duras de
los faraones.
El delta
del Nilo, cuyos terrenos eran los más fértiles, concentraron en
el Bajo Egipto la
mayor cantidad de riqueza. Además, era la llave que conectaba al imperio con el
Mediterráneo, escenario por excelencia del gran tráfico comercial y norte
preferencial de las barcas que circulaban por el sagrado Nilo. En la Biblia,
el mar Rojo es
llamado Mar de los Juncos. A través de sus aguas se produjo la salida de Egipto del pueblo
judío, esclavo de los faraones. Ese episodio fue la base de la celebración de
la Pascua.
ORIGEN DE LOS EGIPCIOS
HIPÓTESIS
ANTIGUAS
En
siglos pasados se les supuso originarios de una región denominada Punt, situada
probablemente a lo largo de la costa somalí, o en lo que ahora es Yemen, aunque
esta última no tiene mucho respaldo. Estos antiquísimos habitantes procedentes
del sur africano y convertidos en indígenas de las orillas del Nilo, habrían sido después
sometidos por invasores septentrionales, portadores de una civilización más
elevada que produjo el nacimiento de las dinastías.
ESTUDIOS ACTUALES
Según los estudios actuales, el origen del pueblo
egipcio se remonta a la prehistoria. Probablemente los primeros habitantes
llegados al valle del Nilo fueron
pastores, venidos de las zonas de Libia y Numidia hacia
6000 a. C.
A ellos se agregaron
otras tribus camitas, venidos de lo que ahora constituye Etiopía.
Posteriormente llegaron de Arabia tribus semitas. La fusión
y mezcla de estas tres etnias constituyó el pueblo egipcio.
Estos primeros
habitantes eran nómadas, y vivían agrupados en clanes, es decir, grupos
de personas descendientes de un mismo antepasado. Una vez radicados
definitivamente a orillas del Nilo, y ante la necesidad de organizarse para el
mejor aprovechamiento de los recursos proporcionados por el río, se reunieron
varios clanes vecinos constituyendo principados independientes llamados nomos.
Estos pequeños Estados fueron confederándose a su vez, y se formaron así los
dos grandes reinos: el Alto Egipto y el Bajo Egipto.
Posteriormente, con la unificación
de ambos reinos, comienza la historia de Egipto
DESARROLLO DE
LA CIVILIZACIÓN
Periodo
predinástico (o arcaico)
Las
fuentes arqueológicas muestran el nacimiento, hacia el final del periodo
geerziense (3200 a.C.), de una fuerza política dominante que se convirtió
en el elemento de consolidación del primer reino unificado del antiguo Egipto.
El
jeroglífico más antiguo que se conoce data de este periodo; pronto los nombres
de los soberanos empezaron a aparecer en los monumentos. Tras la finalización
del reinado de Narmer (3100 a.C.), siguieron la I y II Dinastías
(3100-2755 a.C.), con al menos 17 reyes. Algunas de las grandes
estructuras funerarias (predecesoras de las pirámides) se construyeron en Sakkara
y Abidos durante la existencia de estas dos dinastías.
El
Imperio Antiguo
El Imperio Antiguo (2755-2255 a.C.) comprende
desde la III hasta la VI Dinastías. La capital estaba en el norte, en Menfis, y
los monarcas mantuvieron un poder absoluto sobre un gobierno sólidamente
unificado. La religión desempeñó un papel importante, como queda registrado en
la mitología egipcia; de hecho, el gobierno había evolucionado hacia un sistema
teocrático, en donde el faraón era considerado un dios en la tierra, por lo que
gozaba de un poder absoluto.
La
edad de oro
La III Dinastía fue la primera de las
ubicadas en Menfis, y su segundo soberano, Zoser o Djoser
(2737-2717 a.C.), reforzó la unidad nacional al unir los símbolos del
norte y sur en su construcción funeraria en Sakkara. En general, la III
Dinastía marcó el principio de la edad de oro de una nueva y vigorosa cultura.
La IV Dinastía se inició con el faraón
Snefru, entre cuyos proyectos de edificación se encontraban las primeras
pirámides en Dahshur (al sur de Sakkara). Snefru, el rey guerrero del cual
quedan extensos documentos, realizó campañas en Nubia, Libia y el Sinaí.
El desarrollo del comercio y la minería
trajo la prosperidad al reino. Snefru fue sucedido por su hijo Keops, que
erigió la Gran Pirámide en Gizeh. Aunque se conoce poco de su reinado, aquel
monumento no sólo atestigua su poder sino que también indica la complejidad que
la burocracia había alcanzado. Redjedef, hijo de Keops (reinó en
2613-2603 a.C.), introdujo una divinidad asociada al elemento solar (Ra o
Re) en el título real y en el panteón religioso. Kefrén, otro hijo de Keops,
sucedió a su hermano en el trono y construyó su complejo funerario en Gizeh.
Otro miembro de la dinastía fue Mikerinos
(reinó en 2578-2553 a.C.); conocido por haber erigido la más pequeña de
las tres grandes pirámides de Gizeh.
En la IV Dinastía, la civilización egipcia
alcanzó la cumbre de su desarrollo y este alto nivel se mantuvo durante la V y
VI Dinastías. El esplendor manifestado en las pirámides se extendió a numerosos
ámbitos del conocimiento como arquitectura, escultura, pintura, navegación,
artes menores y astronomía; los astrónomos de Menfis establecieron un
calendario de 365 días.
Los médicos del Imperio Antiguo también
mostraron un extraordinario conocimiento de fisiología, cirugía, el sistema
circulatorio humano y el uso de antisépticos.
Comienzo
del declive
Aunque la V Dinastía mantuvo la
prosperidad con la ampliación del comercio exterior y las incursiones militares
en Asia, se evidenciaron los signos del declive de la autoridad real debido al
aumento de la burocracia y al incremento del poder de los administradores que
no pertenecían a la realeza.
Unas, último rey de la dinastía (reinó en
2428-2407 a.C.), fue enterrado en la pirámide de Sakkara, en una cámara funeraria
cuyas paredes tenían inscripciones que se han denominado eTextos de la Pirámidef. Estos textos se utilizaron también en las tumbas reales de la VI dinastía. Varias inscripciones autobiográficas de funcionarios de la VI dinastía indicaban el poder decreciente de la
monarquía y
apuntan incluso una conspiración contra el faraón Pepi I (reinó en
2395-2360 a.C.) en el que se vio implicada la mujer del soberano.
Se cree que durante los últimos años de
Pepi II, que reinó en 2350-2260 a.C., el poder puede que estuviera en
manos de su visir. La autoridad central en la economía también decreció por los
decretos de exención de impuestos. Los nomos (distritos)
alcanzaron rápidamente un poder propio cuando los nomarcas (gobernadores de
distrito) empezaron a establecerse de forma fija en vez de trasladarse
periódicamente a los diferentes nomos.
Primer
Periodo Intermedio
La VII Dinastía marcó el comienzo
del Primer Periodo Intermedio. Como consecuencia de disensiones internas, las
noticias sobre la VII y VIII dinastías son bastante oscuras. Parece claro, sin
embargo, que ambas gobernaron desde Menfis y duraron sólo 25 años.
En este tiempo, los poderosos nomarcas
(gobernadores locales) tenían el control completo de sus distritos, y las
facciones en el sur y el norte rivalizaron por el poder. Durante las IX y X
Dinastías, los nomarcas cercanos a Heracleópolis controlaron su área y
extendieron su poder hacia el norte hasta Menfis (incluso hasta el delta) y
hacia el sur, hasta Asiut (Licópolis).
Los nomarcas rivales de Tebas
establecieron la XI Dinastía, que controlaba el área desde Abidos hasta
Elefantina, cerca de Siene (hoy Asuán). La primera parte de esta dinastía, la
primera del Imperio Medio, se superpuso a la última etapa de la X Dinastía.
El
Imperio Medio
Sin un gobierno centralizado, la
burocracia no era efectiva, ya que se impuso la atomización del poder. El arte
egipcio se hizo más local, y no se construyó ningún complejo funerario
destacado. La religión también se democratizó cuando las clases inferiores reclamaron
privilegios que previamente estaban reservados sólo a la realeza. Por ejemplo,
podían usar fragmentos extraídos de los Textos de las Pirámides en las paredes
de sus ataúdes o tumbas.
Reunificación
Aunque el Imperio Medio
(2134-1784 a.C.) se data englobando la XI Dinastía, comienza propiamente
con la reunificación del territorio por Mentuhotep II (reinó en
2061-2010 a.C.).
El reinado del primer faraón de la XII
Dinastía, Amenemes I, fue pacífico. Estableció una capital cerca de Menfis y,
al igual que Mentuhotep, frenó las pretensiones tebanas y favoreció la unidad
nacional.
Sin embargo, al importante dios tebano
Amón se le otorgó más importancia que a otras divinidades. Amenemes exigió la
lealtad de los nomarcas, reorganizó la burocracia y formó un cuerpo de escribas
y administradores.
La literatura fue predominantemente
propagandística y estaba diseñada para fortalecer la imagen del faraón como
"buen pastor" más que como un dios inaccesible. Durante los últimos
diez años de su reinado, Amenemes reinó con su hijo como co-regente. La
historia de Sinuhé, una obra literaria escrita en el Imperio Nuevo, da a
entender que el rey fue asesinado.
Los sucesores de Amenemes continuaron su programa.
Su hijo, Sesostris I (reinó entre 1962-1928 a.C.) erigió fortalezas por
toda Nubia y estableció relaciones comerciales con el extranjero. Envió
gobernadores a Palestina y Siria, y luchó contra los libios en el oeste.
Sesostris II, (reinó en 1895-1878 a.C.), comenzó el saneamiento de Fayún.
Su sucesor, Sesostris III (reinó entre 1878-1843 a.C.), construyó un canal
en la primera catarata del Nilo, formó un ejército permanente (que utilizó en
su campaña contra los nubios) y edificó nuevas fortalezas en la frontera
meridional. Dividió administrativamente Egipto en tres unidades geográficas,
cada una controlada por un oficial bajo la supervisión de un visir y no
reconoció a ninguno de los nobles provinciales. Amenemes III continuó la
política de sus predecesores y amplió la reforma sobre la propiedad de la
tierra.
Los reyes tebanos iniciaron un enérgico
renacimiento de la cultura. La arquitectura, el arte y joyería del periodo
revelan una extraordinaria delicadeza de diseño, y la época se considera la edad
de oro de la literatura egipcia.
Segundo
Periodo Intermedio
Como el gobierno central entró en un periodo de declive, su presencia hizo posible una entrada masiva de población desde la costa fenicia y Palestina, y el establecimiento de la dinastía hicsa, comenzando el Segundo Periodo Intermedio, una época de confusión que duró unos 214 años.
Los hicsos de la XV Dinastía reinaron
desde su capital, situada en Avaris, en la parte este del delta, lo que les
permitía mantener el control sobre las zonas media y alta del país.
Contemporánea a la dinastía hicsa, existió una XVI Dinastía, que reinó en la
zona central de Egipto.
Un tercer poder coetáneo a los otros dos
ejerció la autoridad de forma más independiente sobre el sur, la XVII Dinastía
tebana, que dominó el territorio entre Elefantina y Abidos. El soberano tebano
Kames (reinó en 1576-1570 a.C.) luchó con éxito contra los hicsos, pero
fue su hermano Amosis I quien los derrotó finalmente, reunificando de nuevo
Egipto.
El
Imperio Nuevo
Con la unificación del territorio egipcio
y la fundación de la XVIII Dinastía por Amosis I, comenzó el Imperio Nuevo
(1570-1070 a.C.). Amosis restableció los límites, los objetivos y la
burocracia del Imperio Medio, y reactivó su programa de aprovechamiento de la
tierra. Mantuvo el equilibrio de poder entre los nomarcas y él mismo con el
apoyo del ejército. La importancia de la mujer en el Imperio Nuevo se ilustró
por los altos títulos y la destacada posición de las esposas y madres de los
faraones.
Los
faraones de la XVIII Dinastía
Una vez que Amenhotep I (reinó en
1551-1524 a.C.) tuvo pleno control sobre su administración, fue co-regente
durante cinco años y comenzó a extender los límites de Egipto hacia Nubia y
Palestina. En una gran construcción en Karnak, Amenhotep, al igual que sus
predecesores, separó su tumba de su templo funerario e inició la costumbre de
ocultar su última morada.
Tutmosis I continuó los avances del
Imperio Nuevo y reforzó la preeminencia del dios Amón; su tumba fue la primera
en construirse en el valle de los Reyes. Tutmosis II, hijo de su última esposa,
le sucedió, casándose con la princesa real Hatshepsut para consolidar su
pretensión al trono, manteniendo los éxitos de sus predecesores. Cuando murió
en el 1504 a.C., su heredero, Tutmosis III, era todavía un niño, por lo
que Hatshepsut gobernó como regente; un año después coronó faraón a Tutmosis, y
desde entonces madre e hijo gobernaron conjuntamente.
Cuando Tutmosis III se convirtió en el
único soberano tras la muerte de Hatshepsut en 1438 a.C., reconquistó
Siria y Palestina, que se habían separado con anterioridad, y continuó la
expansión territorial del Imperio; sus anales en el templo de Karnak
constituyen la crónica de la mayor parte de sus campañas. Casi 20 años después
de la muerte de Hatshepsut, ordenó la eliminación de su nombre y sus imágenes
de todos los edificios donde habían sido inscritos. Amenofis II (reinó en
1453-1419 a.C.) y Tutmosis IV intentaron mantener las conquistas en Asia a
pesar de los intentos de expansión de los reinos de Mitanni y de los hititas,
aunque precisó entablar negociaciones y usar la fuerza.
Amenofis III gobernó de forma pacífica
durante casi cuatro décadas (1386-1349 a.C.) en las que florecieron el
arte y la arquitectura. Mantuvo el equilibrio de poder entre los estados
limítrofes con Egipto mediante la diplomacia y edificó el gran templo de Amón
en Luxor. Su hijo y sucesor, Amenofis IV, fue un reformador religioso que
combatió el poder de los sacerdotes de Amón. Amenofis IV abandonó Tebas por una
nueva capital, Akhetaton (la moderna Tell el-Amarna), que fue construida en
honor de Atón, el disco solar sobre el que se centró la nueva religión
monoteísta.
Sin embargo, la revolución religiosa fue
abandonada al final de su reinado y su yerno, Tut Anj Amón, volvió a instalar
la capital en Tebas. Tut Anj Amón es conocido hoy, sobre todo, por la
suntuosidad de su tumba, encontrada prácticamente intacta en el Valle de los
Reyes por los arqueólogos británicos Howard Carter y George Herbert, conde de
Carnarvon en 1922. La XVII Dinastía terminó con Horemheb (reinó en
1321-1293 a.C.).
El
Periodo Ramesida
El fundador de la XIX Dinastía, Ramsés I
(reinó en 1293-1291 a.C.) había servido durante el reinado de su
predecesor como visir y jefe del ejército. Gobernó sólo dos años y fue sucedido
por su hijo Seti I (reinó en 1291-1279 a.C.); dirigió campañas militares
contra Siria, Palestina, los libios y los hititas. Seti construyó un santuario
en Abidos; al igual que su padre, favoreció la capitalidad del delta,
instalando su centro cerca de Tanis.
Le sucedió su hijo Ramsés II que reinó
durante 67 años. Fue responsable de la mayor parte de las construcciones en
Luxor y Karnak, al construir el Ramesseum (su templo funerario en Tebas), los
templos esculpidos en la roca en Abu Simbel y los santuarios en Abidos y
Menfis. Tras las campañas militares contra los hititas, Ramsés hizo un tratado
con ellos y se casó con una princesa hitita. Su hijo Meneptah (reinó entre 1212-1202 a.C.)
derrotó a los denominados pueblos del mar, los invasores provenientes del mar
Egeo que asolaron el Próximo Oriente en el siglo XIII a.C., hechos narrados en
un texto esculpido en una estela donde figura la primera mención escrita
conocida del pueblo de Israel. Los posteriores soberanos tuvieron que hacer
frente a los levantamientos constantes de las poblaciones sometidas por Egipto.
El segundo soberano de la XX Dinastía,
Ramsés III, hizo grabar sus numerosas victorias militares en las paredes de su
complejo funerario en Medinet Habu, cerca de Tebas. Tras su muerte, el Imperio
Nuevo decayó a causa del creciente poder de los sacerdotes de Amón y del
ejército.
Tercer
Periodo Intermedio
El Tercer Periodo Intermedio comprende
desde la XXI Dinastía hasta la XXIV. Los faraones que gobernaron desde Tanis,
en el norte, rivalizaron con los sumos sacerdotes de Tebas, con los que
parecían estar relacionados. Los soberanos de la XXI Dinastía puede que hayan
tenido antepasados libios, porque fueron jefes libios quienes dieron origen a
la XXII Dinastía.
Cuando los gobernadores libios entraron en
un periodo de decadencia, varios rivales se alzaron en armas para conquistar el
poder. De hecho, las XXIII y XXIV Dinastías reinaron al mismo tiempo que la
XXII, al igual que la XXV (cusita), la cual controló de forma efectiva la mayor
parte de Egipto cuando aún gobernaban la XX y XXIV Dinastías, al final de su
mandato.
Baja
época
Los faraones incluidos desde la XXV hasta
la XXXI Dinastías gobernaron Egipto durante lo que se conoce como Baja época.
Los cusitas gobernaron desde el 767 a.C. hasta que fueron derrotados por
los asirios en el 671 a.C. Se restablecieron los soberanos egipcios a
comienzos de la XXVI Dinastía por Psamético I.
El resurgir de nuevos logros culturales, reminiscencia
de épocas anteriores, alcanzó su plenitud con la XXVI Dinastía. Cuando el
último faraón egipcio fue derrotado por Cambises II en el 525 a.C., el
país cayó bajo dominio persa durante la XXVII Dinastía. Egipto reafirmó su
independencia con las XXVIII y XXIX Dinastías, pero la XXX Dinastía fue la
última de soberanos egipcios. La XXXI Dinastía, que no se menciona en la
cronología de Manetón, representó el periodo de la segunda dominación persa.
Periodos
helenístico y romano
La ocupación de Egipto por las tropas de
Alejandro Magno en el 332 a.C. supuso el fin del dominio persa. Alejandro
designó al general macedonio Tolomeo, conocido después como Tolomeo I Sóter,
para gobernar el país. Aunque se nombraron también dos gobernadores egipcios,
el poder estuvo en manos de Tolomeo, quien en pocos años se hizo con el control
absoluto del país.
La
dinastía de los Tolomeos
La mayor parte de este periodo estuvo
caracterizada por las rivalidades con otros generales, que se habían adueñado
de las distintas partes del imperio de Alejandro Magno tras su muerte en el
323 a.C. En el 305 a.C. asumió el título real y fundó la dinastía de
los Tolomeos. El Egipto Tolemaico fue una de las mayores potencias del mundo
helenístico, y en varias ocasiones extendió su dominio sobre zonas de Siria,
Asia Menor, Chipre, Libia, Fenicia y otros territorios.
Debido en parte a que los gobernantes
egipcios desempeñaron un papel reducido en los asuntos de Estado durante el
periodo de los Tolomeos, con frecuencia estallaron revueltas como manifestación
del desacuerdo de la población, que fueron rápidamente aplastadas. En el
reinado de Tolomeo VI Filométor, Egipto se convirtió en un protectorado
dependiente de Antíoco IV de Siria, que invadió con éxito el país en el
169 a.C. Los romanos forzaron a Antíoco a entregarles el país, el cual
quedó dividido entre Tolomeo VI Filométor y su hermano menor, Tolomeo VII, que
obtuvo el control completo del país a la muerte de su hermano en el
145 a.C.
Los siguientes representantes de la
dinastía preservaron la riqueza y la situación de Egipto, pero perdiendo
continuamente territorio a favor de Roma. Cleopatra VII fue la última gran
soberana de la dinastía de los Tolomeos. En un intento para mantener el poder
de Egipto se alió con Cayo Julio César y, más tarde, con Marco Antonio, pero
estas acciones sólo aplazaron el final del poder egipcio. Después de que sus
tropas fueran derrotadas por las legiones romanas mandadas por Octavio (después
emperador Cayo Julio César Octavio Augusto), Cleopatra se suicidó (año
30 a.C.).
CULTURA EGIPCIA
LENGUAJE DE LOS EGIPCIOS
El leguaje que se habla más comúnmente conocido es el
árabe .Cuando hablamos del Egipto antiguo, una de las imágenes que vienen a
nuestra cabeza es la de inmensos muros cubiertos por jeroglíficos. En muchas
ocasiones, deslumbrados por la belleza de los signos, olvidamos que la
escritura jeroglífica es precisamente eso, un sistema de escritura, cuya
finalidad primera fue codificar la lengua en la que se expresaban los antiguos
egipcios. Antes de ser puesta por escrito, esta lengua tuvo una historia
exclusivamente oral que se escapa a nuestras posibilidades de investigación)
datan de en torno al 3200 a. C., y su historia como lengua viva se puede
extender a lo largo de cuatro milenios, hasta alrededor del 1300 d. C. .Recién
en el siglo XIX se logró descifrar la escritura jeroglífica. Escribían con una
pequeña caña puntiaguda, mojada en una especie de tinta que se preparaba con
agua, goma y vegetales para darle color. El papiro fue hecho de tallos de caña provenientes
del río Nilo. Durante bastantes siglos, el rico material histórico no pudo
utilizarse ya que se ignoraba el modo de leerlo. Se escribía en caracteres
jeroglíficos o sagrados, demóticos (de uso popular),y en caracteres griego
Estos son algunos de los jeroglíficos que tenían los
egipcios.
DIVERSIDAD Y PERIODOS:
- Egipcio
arcaico (antes del 2600 a. C.)
- Egipcio
antiguo (2600 a. C. - 2000 a. C.)
- Egipcio medio (2000 a. C. - 1300 a. C.)
- Egipcio tardío (1300 a. C. - 700 a. C.)
- Demótico (siglo VII a. C. - siglo
V d. C.)
- Copto (siglo II d. C.1 - siglo XVII d. C.)
Los primeros escritos en lengua egipcia datan del 3200 a. C. Estos primeros textos son generalmente agrupados bajo la denominación de "egipcio arcaico". El "egipcio antiguo" fue hablado unos 500 años a partir del 2600 a. C. El "egipcio medio" se habló a partir del 2000 a. C., cuando el "egipcio tardío" hizo su aparición; el "egipcio medio", no obstante, perduró varios siglos como lengua escrita –similar al uso del latín durante la Edad Media o el moderno árabe clásico. El egipcio antiguo, medio y tardío fueron escritos utilizando jeroglíficos y escritura hierática. El demótico fue escrito utilizando un sistema derivado de la escritura hierática, cuya apariencia es vagamente similar a la moderna escritura árabe y también solía escribirse de derecha a izquierda.
ARQUITECTURA:
Los egipcios construyeron monumentales templos dedicados a los dioses, como los de Karnak o Abu Cimbel,
destacando en ellos su gran impacto simbólico, el tamaño y la gran armonía
y funcionalidad de sus espacios.
También construían grandes palacios para comodidad del faraón, pero la vida terrenal era menos importante
que la de ultratumba, por lo que no eran de piedra y no han tenido la duración que tumbas y templos.
Durante más de 3000 años se practicó la
modificación .todo Egipto tenía la creencia de la vida después
de la muerte ,pero los faraones eran los que se
preparaban más costosa y elaboradamente .Estos mandaban
a construir grandes tumbas llenas de tesoros
,muebles ,joyas ,comidas ,que el faraón creía que podría
necesitar en su próxima vida .contenían escrituras dedicadas a los
Dioses donde se relataba acerca de las características del
faraón .Las técnicas evolucionaron ,su época de mayor apogeo fue en el siglo X
a.c .El egipcio muerto era físicamente inmortal ,dispuesto para una
eternidad entre los Dioses .
Las pirámides:
Las pirámides de Giza o Gizeh son la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que han sobrevivido. Como sabéis son tres
las pirámides
que conforman este complejo: Keops, Kefrén y Micerino. Sus nombres se corresponden al del Faraón sepultado en cada una de ellas, ya que fueron
construidas con el único
fin de servir como tumba y templo funerario de
los faraones.
Keops, Kefrén y Micerino fueron faraones egipcios pertenecientes al período histórico conocido como Reino Antiguo. Según
las cronologías de las fuentes históricas la fecha de construcción de las pirámides de Gizeh fue entre el año 2550
a.c y el 2470a.C. Se ubican dentro del predio llamado Necrópolis*
de Giza, en la Meseta del mismo nombre (a
20km de El Cairo).
La construcción de las
Pirámides de Egipto requirió una gran cantidad de años, mano de obra y recursos económicos, lo que nos demuestra la enorme
importancia que tenía la muerte en
el Antiguo Egipto. Esto se debe
fundamentalmente a sus creencias religiosas de la “vida después de la muerte”. El cómo
se pudieron hacer supone un misterio que os explicamos más adelante. La religión
egipcia se basaba en la creencia de la “vida
después
de la muerte”. Ésta “nueva dimensión”
sería una réplica de la vida terrenal, y por lo tanto el difunto necesitaba
contar también
con alimentos, bienes, vestidos y su propio cuerpo. De allí que los egipcios desarrollaran la técnica
de la momificación y depositaran grandes ofrendas y tesoros en el interior de
las tumbas.
¿QUIÉN FUE EL PRIMER INVENTOR DE PIRAMIDES?
Se tiene la casi certeza de que el primer ser humano que construyo una pirámide en Egipto fue el legendario imhotep, el ingeniero más grande de su época, muy superior a dédalo, autor del laberinto decreta donde seria encerrado el toro de Minos.
La pirámide escalonada
de zoser en saqqarah, fue construida por el
legendario imhotep por orden del faraón djoser.Se cree que fue la
primera pirámide construida en Egipto.
Cada oración que hacen al día, en la comida, en la vestimenta,
en la forma de ser de la persona, prácticamente en todo
no es conveniente dirigirse a un varón en la calle y
las mujeres no suelen hablar inglés, a menos que se dediquen a la
actividad turística.
El intercambio de camellos por mujeres.
Creían en una vida de ultratumba, y se preparaban para
ella, tanto siguiendo unas normas determinadas (Libro de los muertos) como
preparando la tumba.
Escritura, para administrar los recursos, Geometría, para calcular desniveles en las acequias y medir
las superficies, Álgebra,
para distribuir correctamente los caudales, Meteorología, para predecir las crecidas del río, Astronomía, y con ella el calendario, para anunciarlas
y organizar el trabajo.
Las bodas son otra costumbre que se realiza tanto con
familiares y amigos. Antes de la boda, los futuros novios pasean en coche dando
a conocer por los alrededores que ese día se casarán. Tanto la variedad de su gastronomía, como sus bailes son parte de la gala de ese gran día.
RELIGIÓN:
La religión de Egipto está basada en sus dioses y más
que todo en sus faraones ya que esto lo expresan más que todo en la
arquitectura que ellos tienen como pirámides y sus estatuas.
RELIGION EGIPCIA
La religión
del Antiguo Egipto comprende las varias creencias religiosas y rituales
practicados en el Antiguo Egipto por más de tres milenios: desde el período pre-dinástico hasta
la adopción del cristianismo en los
primeros siglos de esta era. Estas creencias se centraban en la adoración
de múltiples deidades que representaban varios aspectos de
la naturaleza, simbolizando ideas y funciones de poder, expresados por medio de
complejos y variados arquetipos.
Inmortalidad. La muerte era concebida como la separación de
los elementos espirituales (Ka y Ba) del cuerpo. El aspecto más original y
creativo del pensamiento religioso egipcio fue la creencia en la inmortalidad
del espíritu. Deseaban una vida plena, cómoda y agradable tanto en este mundo
como en el más allá, de allí su concepción optimista de la vida. Se podía
lograr si se conservaba el cuerpo (momificándolo) y el alma pasaba el Juicio de
los muertos.
Momificación. Lleva a una serie de ritos muy complejos. Así los describía el historiador Herodoto en la Antigüedad:”(…) tienen oficiales especialmente destinados a ejercer el arte de embalsamar; los cuales, apenas es llevado a su casa algún cadáver, presentan desde luego a los conductores, unas figuras de madera, modelos de su arte, las cuales con sus colores remedan al vivo un cadáver embalsamado (…) Enseñan después otra figura inferior (…) y por fin otra tercera más barata y ordinaria, preguntan de qué modo y conforme a qué modelo desean se les adobe el muerto; y después de entrar en ajuste y cerrado el contrato, se retiran los conductores. Entonces, quedando a solas los artesanos en su oficina, ejecutan en esta forma el adobo de primera clase. Empiezan metiendo por las narices del difunto unos hierros encorvados, y después de sacarles con ellos los sesos, introducen allí sus drogas e ingredientes. Abiertos después los ijares con piedra de Etiopía aguda y cortante, sacan por ellos los intestinos, y purgado el vientre, lo lavan con vino de palma y después con aromas de los cuales exceptúan el incienso, y cosen últimamente la abertura. Después de estos preparativos, adoban secretamente el cadáver con nitro durante setenta días, único plazo que se concede para guardarle oculto; luego se le faja, bien lavado, con ciertas vendas cortadas de una pieza de finísimo lino, untándole con aquella resina de que se sirven los egipcios en vez de cola. Vuelven entonces los parientes por el muerto, toman su momia, y la encierran en un nicho o caja de madera, cuya parte exterior tiene la forma y apariencia de un cuerpo humano y así guardada la depositaban en un aposentillo, colocándola en pie y arrimada a la pared (…) He aquí el modo más exquisito de embalsamar los muertos (…) El método de que suelen echar mano los que tienen menos recursos se reduce a limpiar las tripas del muerto a fuerza de lavativas, y adobar el cadáver, durante los setenta días prefijados restituyéndole después al que le trajo para que lo vuelva a su casa”. Herodoto. Libro I; LXXXVI; LXXXVIII. Se lo acompañaba de estatuas que le podían reemplazar en caso que no se conservara adecuadamente; y de ofrendas alimenticias, así como una copia del “Libro de los muertos”.
LA CREACIÓN DEL
UNIVERSO SEGÚN LA MITOLOGÍA EGIPCIA
En el origen no existía nada, sólo un inmenso caos en forma de océano de aguas primigenias revueltas, y absolutamente oscuras llamado Nun, que al no haberse creado el universo aun, tampoco podía considerarse existencia ni tenía conciencia de ella.
De él surge espontáneamente un
pensamiento consciente o demiurgo, que es la entidad impulsora del universo y
le comunica al Nun que existe. En ése preciso instante, con el origen de la
primera palabra surge una colina del océano primigenio (Heliópolis) y en lo
alto procedente de un huevo nace una serpiente y se crea a si mismo como padre
de todos los dioses, Atum. Con el primer sonido que emitió en forma de ave,
nació el tiempo, y voló en todas las direcciones a la vez y puso orden en el
caos. Evolucionó a un estado superior llamado Ra el Dios Sol, pasando Atum y Horajti
a formar parte de los estado de Ra, amanecer y anochecer.
Al sentirse sólo se masturbó con su
propia sombra, y de su semilla y saliva emergieron Shu (dios del aire) y Tefnut
(diosa de la humedad). Asi una vez creados la primera pareja de diferente sexo,
enjendraron a Gueb que emergió convirtiéndose en la tierra y a su mujer Nut que
personalizó el cielo.
Ra sentía envidia de Nut y Gueb porque
estaban juntos y los mandó tenerlos separados. Shu y Gueb debían sostenerla en
alto arqueada, formando así el firmamento. En el espacio que quedó entre ellos
se podía desarrollar la vida, lo que llamaríamos atmósfera y en la que Tefnut
dejaría caer la lluvia.
Gueb y Nut pidieron a Ra que les dejara
estar juntos al menos 5 días al año retándolo en una apuesta que ganaron. De
ahí a los 360 días (grados de la esfera celeste). Ra añadió 5 más al año en el
que pudieron estar juntos y en los cuales nacieron 5 hijos, a uno por día:
Osiris, Haroeris, Seth, Isis y Neftis.
Posteriormente Ra empezó a nombrar todas
las cosas que se iban creando a medida que pronunciaba sus nombres: plantas,
animales, humanos a los que creó a su imagen y semejanza,...
Una vez hubo creado el mundo, Ra se
materializó hombre y se proclamó faraón, gobernando egipto durante años. Cuando
comenzó a envejecer, los humanos le fueron perdiendo el respeto. Cada vez más
viejo, su hija Isis lo siguió a hurtadillas, cuando la baba cayó de su boca a
la tierra, formando barro, Isis modeló con él una serpiente a la que azuzaría a
Ra. Una vez le hubo picado la serpiente, Ra comenzó a enfermar y a morir. Isis
le insistió en que le dijera su verdadero nombre, con el que se podía tener
poder supremo, y Ra así lo hizo, pero haciendo jurar a Isis que jamás lo
revelaría, salvo a su próximo hijo Horus, el cual no deberia revelarlo a nadie
jamás. Así Ra, se salvó de la muerte, pero no gobernó más entre los humanos.
Osiris junto con su esposa Isis
gobernaron entonces la tierra, enseñando a los hombres las ciencias y la
adoración a los dioses. Pero Seth celosa, asesinó a Osiris y lo descuartizó en
14 pedazos que distribuyó por todo Egipto. Isis consiguió recuperar todos los
trozos excepto el pene. Pero con ayuda de Anubis embalsamó el cuerpo de Osiris,
en lo que sería la primera momia de la historia de Egipto, y con potentes
hechizos lo resucitó, convirtiéndose Odiris en dios del inframundo.
Isis con ayuda del dios Thot, cojió
parte de la luz que se reflejaba de Ra en la Luna y la usó para hacer un
hechizo con el cual pudo engendrar un hijo del castrado Osiris, Horus.
RELIGION ACTUAL
La religión que predomina actualmente es el Islam (el 90% de la
población lo practica), que además es oficial, mientras que, cerca del 10% de
la población se divide entre ortodoxos coptosy católicos coptos,
También existen pequeñas minorías de ortodoxos armenios, católicos caldeos, maronitas y bahá'ís.
La mayor parte de la sociedad egipcia es bastante
homogénea, ya que la influencia mediterránea (como son los griegos y los
italianos) y la árabe están presentes en todo el territorio; sin embargo, no se
desligan de los lazos culturales con la sociedad egipcia antigua, la cual ha
sido siempre considerada rural y la más populosa comparada con las demografías
vecinas